sábado, 17 de diciembre de 2011

Hablar con el viento

Escribe, una oda épica a su amada para que siempre se sienta la reina de este cuento.
Siente, como Ella se apodera de su corazón y, aunque quiera, no lo puede soltar.
Y no sólo eso, sino que además ahora el de su amada late por una plebeya más corriente.
Llora, la pequeña princesa enamorada de aquella.
Cree, ilusa de ella, que el hamor que sentían era para siempre.
Pregunta al viento, "¿hasta cuándo vamos a jugar a dañarnos?, ¿cuándo volveré a probar el sabor de sus labios?"
Y, mientras cuenta inviernos en su ventana, la princesa se lame las heridas y se sienta a mirar fijamente la puerta por la que le vio marcharse.

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